Odio
que la gente conozca mi nombre y que, por eso mismo, crea conocer mi
historia. Odio cuando me miran con pena y me acarician las costras
como diciendo “esta cicatriz te la hiciste al caer de un triciclo y
esta otra cuando la persona que más querías te dijo que no y
sonaron cristales rotos”. Odio que me miren desde fuera y hablen de
mi en primera persona; que dejen correr el agua tan caliente que el
vaho distorsione la realidad tangente de mis caderas. ¿Dónde
quedaron los escombros y porqué nadie reclama que fuera aquí donde
iba a construirse una torre?¿Dónde está el imperio? Yo sólo veo
bufones y rastro de versos inacabados de un poema muerto que nunca
ajustó su precio al valor de estar vivo todavía. Latir laten
demasiados corazones a destiempo como para que estos dedos fríos
marquen una cruz en mi pecho. Desde fuera no soy ni una simple muñeca
de cambio. ¿A dónde vamos? No sabemos el camino y a cambio nos
cogemos de la mano como si eso fuera a servirnos si nos perdemos.
Estoy contigo, con todo este mar de por medio. Hay palabras que no
hace falta decir para susurrarlas al oído: “quería... Quería.”
No queda nadie cuando apagan las luces y las luciérnagas renacen al
atardecer de unas ojeras cansadas de llorar. “Ya me he pedido
perdón a mi misma, seño; pero no me quiero perdonar porque todavía
me duelen los golpes”. Si me miro al espejo todavía me veo temblar
despierta en hueso y llanto. No espero que lo entiendas, sólo que
estés a mi lado. A estas alturas sentirme como un galgo apaleado
sólo acorta las explicaciones de decir que sigo temblando cuando me
quedo sola. El rostro del amo tiene mi mirada, conoce las líneas de
mis manos, mis escondites y el olor a miedo que voy dejando cuando
oigo su voz. No subestimes al dolor, cuando llueve todos echamos mano
del amigo que sigue estando. ¿Lo oyes? Vuelven a hablar de mi como
si supieran qué se siente al estar dentro. No te preocupes, sea o no
pasajero, terminará cediendo. Déjate los labios quietos y sonríe,
tienes que salir feliz en la foto, aunque te piquen las cicatrices.
viernes, 3 de marzo de 2017
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